jueves, 14 de febrero de 2008

TABASCO: ¿Desgajamiento natural o provocado?

jueves, 14 de febrero de 2008

No paran las consecuencias por el desbordamiento de los ríos (Grijalva, en especial) y las presas Peñitas y Malpaso debido el casi diluvio que azotó a Tabasco y Chiapas; causantes del desastre que dejó en la miseria a más de 2 millones de tabasqueños y más de 100 mil chiapanecos, a los que se les ha dado ayuda federal ineficaz y a cuentagotas. Esto sumado al comportamiento de rapiña de los bancos que acumularon millonarios donativos del pueblo, y se han negado a entregar el dinero sin que nadie los meta al orden.
En el contexto de esa tragedia, estuvo la desaparición de una comunidad de campesinos y empobrecidos chiapanecos, del poblado Juan de Grijalva. Se dijo que todo se debió al desgajamiento de un cerro completo, un hecho insólito, el cual se precipitó sobre el río que conecta a Malpaso con Peñitas y que hizo las veces de tapón que cortó el paso de agua a la presa tabasqueña (de Peñitas). Calificado como accidente, esto impidió que Tabasco fuera nuevamente inundado y que, sin duda alguna, le hubiera pasado lo que a la Atlántida (el mito-leyenda de su desaparición bajo las aguas).
Los sobrevivientes de los alrededores de Juan de Grijalva, y los dos que salvaron la vida de esa comunidad extinguida, aseguran que previo a tal desgajamiento, “escucharon ruidos ensordecedores y posteriormente fuertes explosiones que ellos mismos, con antecedentes, creyeron que eran las acostumbradas detonaciones dinamiteras de PEMEX”. Testigos oculares aseguran que ante la necesidad de impedir que el desfogue de Malpaso causara la segunda y mayor inundación a los tabasqueños (y parte chiapaneca), el cerro desgajado fue intencionalmente provocado por un bombardeo aéreo militar. Y que el operativo llevó el nombre de “Alud y Vida”. Ante la alternativa de quizá millones de muertos en Tabasco o sacrificar a los pobladores de Juan de Grijalva.
Esa situación de extrema urgencia fue necesaria, al parecer, por lo que hemos dicho, y se rumora que CFE y CONAGUA incurrieron en negligencia ante el desastre, incapaces de controlar los desfogues de las dos presas y porque no supieron interpretar previsoriamente los informes meteorológicos. Interesados en que se sepa la verdad están investigando si el desgajamiento, que sirvió de tapón y cuya caída sobre el caudaloso río generó de rebote un tsunami que sepultó al poblado, fue consecuencia de las fuerzas de la naturaleza o fue provocado.
Los mexicanos necesitamos saber qué pasó, y es una exigencia que los gobernantes den cuenta y razón del fenómeno. Sobre todo, porque si el desgajamiento fue provocado por un bombardeo, los mexicanos de Juan de Grijalva, son mártires y no muertos accidentales, sacrificados para salvar quizá a millones de una muerte colectiva. La nación, que sufrió el desastre y ayudó, económica y socialmente, merece la información. De lo contrario, cuando se sepa extraoficialmente, las consecuencias políticas, antes de las elecciones de 2009, serán una inundación de votos en contra y extinguirán a un PAN foxista-calderonista que va en retirada.
cepedaneri@prodigy.net.mx

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